Es evidente que la ciudad necesita sacar adelante los diferentes proyectos de transporte masivo que se tienen proyectados para la ciudad (entre los que se encuentran líneas de metro, proyectos de cable aéreo y nuevas troncales de BRT) teniendo en cuenta que la red vial es insuficiente, el tráfico está colapsado, y teniendo en cuenta también que aquellos habitantes que tienen la posibilidad de movilizarse en vehículo privado, dan prioridad a este medio de transporte, ya que se percibe que la red de transporte público esta sobrepasada, ergo congestionada y no proporciona a los usuarios la seguridad, confiabilidad o confort que pueda competir con el uso del vehículo privado.
Toda la problemática anterior, que es bien conocida y que además se replica en la mayoría de las grandes áreas metropolitanas, se deriva de la necesidad de los habitantes de recorrer grandes distancias en la ciudad, de movilizarse desde puntos lejanos en la ciudad de manera habitual. La mayoría de los viajes que generan las grandes congestiones en las horas punta de la mañana y de la tarde se trata de los viajes obligados, o aquellos trayectos que los ciudadanos deben hacer cada mañana y cada tarde en los días laborales para desplazarse a sus lugares de trabajo o estudio.
Para los ciudadanos en la mayoría de los casos, estos destinos de los trayectos obligados no son opcionales puesto que en general, los sectores residenciales se encuentran en las periferias de la ciudad, mientras que los sectores que concentran la mayor cantidad de lugares de trabajo y centros universitarios se localizan en los sectores más céntricos de la ciudad. De esta manera se generan unas dinámicas de tráfico pendular, en las que en la hora punta de la mañana hay flujos importantes desde la periferia hacia el centro, y en la hora punta de la tarde los flujos de tráfico se mueven desde el centro hacia las periferias.
No obstante, la necesidad y urgencia de ampliar y fortalecer la red de transporte masivo para solucionar estos trayectos obligados de grandes distancias en la ciudad, existen varias estrategias que se pueden implementar con el objetivo de reducir el número de estos trayectos que requieren el uso de rutas de transporte masivo.
La Ciudad de 15 los Minutos es un concepto urbanístico que plantea la necesidad de que en las grandes áreas metropolitanas, el desarrollo urbano se oriente hacia una ciudad policéntrica, en la cual la mayoría de los servicios (comercio, atención en salud, educación primaria y secundaria, sitios religiosos, sitios para la recreación y el deporte, actividades lúdicas, etc.) que los habitantes requieren en su vida diaria, se puedan encontrar a 15 minutos de su lugar de residencia.
Este concepto de la Ciudad de los 15 Minutos fue acotado por el urbanista colombiano Carlos Moreno, quien fue asesor de la alcaldesa de Paris Anne Hidalgo desde 2014, y quien renovó su mandato en 2020. Precisamente en el año 2020, debido a la pandemia del COVID19, la mayoría de las ciudades alrededor del mundo debieron implementar medidas de restricción a la movilidad por varios meses, teniendo en cuenta que los sistemas de transporte masivo podían ser un foco importante de contagios y propagación del virus. A partir de lo anterior, el concepto de la Ciudad de los 15 Minutos cobró relevancia, tanto en París como en varias ciudades del mundo, ya que se evidenció la importancia para los ciudadanos de tener todos los servicios necesarios para el funcionamiento de la vida diaria sin la necesidad de ingresar al sistema de transporte masivo, o hacer uso del vehículo privado.
La importancia de este concepto de cara a la movilidad en ciudades como Bogotá, radica en la posibilidad de que muchos de los trayectos largos que se realizan, bien sea en trasporte público o en vehículo privado, podrían evitarse y evitar así la sobrecarga al sistema, si los ciudadanos tienen la posibilidad de llevar a cabo la mayoría de sus actividades en el entorno local; el concepto de los 15 minutos es ilustrativo para aquellos trayectos que las personas están dispuestas a realizar de manera peatonal, en bicicleta, o en otros medios de micro movilidad tales como patinetas o scooters, y que tardarían entre 15 y 20 minutos para completarse.
Otra estrategia relevante a la hora de descongestionar la red vehicular y mejorar el uso de los sistemas de transporte masivo, tiene que ver con la problemática de la primera milla y última milla; la ciudad debe ofrecer a los usuarios del transporte masivo suficientes alternativas para movilizarse desde y hacia las estaciones del transporte masivo, en los casos en los que estas estaciones no se encuentren a una corta distancia del punto de destino. La importancia de las alternativas para recorrer la primera milla y última milla está, por una parte, en poder facilitar estos trayectos a los usuarios habituales del transporte masivo, y por otra parte, incentivar a los usuarios habituales de vehículo privado a utilizar el transporte masivo, ofreciendo un sistema integral (primera/última milla + transporte masivo) que compita claramente con el uso del vehículo privado. Para solucionar estos trayectos, ya se están implementando sistemas tales como bicicletas de alquiler de la ciudad, bicitaxis, o rutas alimentadoras.
Estas 2 escalas de planeación para las ciudades, la escala metropolitana de la red de transporte masivo, y la escala local de la Ciudad de los 15 Minutos, deben pensarse y planificarse de manera simultánea y con la misma relevancia para lograr que la movilidad, en todos los tipos de trayecto y a cualquier hora del día, fluya de mejor manera y se logre optimizar la infraestructura para dar servicio a todos los ciudadanos; por una parte, mejorando la oferta de transporte masivo para los trayectos obligados y de largas distancias, y por otra parte, propendiendo por que en cada sector de la ciudad se cuente con diversidad de servicios, comercios y espacios públicos, que permitan que sus habitantes puedan aumentar los trayectos peatonales o en bicicleta, disfrutar de su entorno local y reducir el tiempo dedicado a la movilidad.